El movimiento hacia la movilidad sin conductor en Europa acaba de sumar un nuevo capítulo con el acuerdo entre el grupo automovilístico Stellantis y la plataforma de transporte Bolt. Ambas compañías han confirmado una alianza estratégica para estudiar el desarrollo, las pruebas y el futuro despliegue comercial de vehículos autónomos de Nivel 4, pensados para operar como robotaxis y flotas de VTC en diferentes ciudades europeas.
Se trata de un entendimiento de largo recorrido que, pese a estar todavía en forma de memorando de colaboración no vinculante, marca con bastante claridad el calendario y la ambición de las dos partes. Stellantis aportará su tecnología de plataformas AV-Ready, mientras que Bolt pondrá encima de la mesa su extensa red de usuarios y conductores en más de 50 países, con presencia destacada en 23 Estados miembros de la Unión Europea.
Stellantis y Bolt: un acuerdo AV-Ready para robotaxis en Europa…

El eje técnico de esta colaboración gira en torno a las plataformas AV-Ready de Stellantis, preparadas de fábrica para integrar sistemas de conducción autónoma de Nivel 4. En concreto, el acuerdo señala dos bases principales: la eK0, destinada a furgonetas de tamaño medio, y la STLA Small, orientada a vehículos compactos que podrían derivar en futuros turismos urbanos dedicados al servicio de robotaxi o VTC.
Estas plataformas han sido diseñadas para ofrecer flexibilidad y escalabilidad, con la integración de conjuntos de sensores avanzados, informática de alto rendimiento y múltiples sistemas redundantes. El objetivo es cumplir con los estándares más estrictos de seguridad y fiabilidad que exige el regulador europeo, a la vez que se reduce el coste total de propiedad, un aspecto clave para que la operación de flotas de robotaxis resulte viable económicamente.
Para Stellantis, el acuerdo con Bolt encaja en una estrategia más amplia que busca construir un ecosistema europeo de movilidad autónoma apoyándose en socios tecnológicos y operadores de transporte. La compañía ya había anunciado previamente colaboraciones con Foxconn y Nvidia para el desarrollo de electrónica de potencia, computación e inteligencia artificial para vehículos autónomos, así como acuerdos para ensayar robotaxis en Europa con Pony.ai. Todo ello apunta a una hoja de ruta en la que las plataformas AV-Ready de la marca se convierten en una pieza central.
El papel de Bolt: de VTC tradicional a red de robotaxis…

Bolt, con sede en Estonia, se ha consolidado como una de las principales alternativas a Uber en el mercado europeo de la movilidad compartida. Opera servicios de transporte bajo demanda, alquiler de coches, patinetes y bicicletas eléctricas en más de 600 ciudades y supera ya los 200 millones de usuarios registrados, apoyándose en una red de más de 4,5 millones de conductores repartidos por el mundo.
Desde hace tiempo, la empresa ha dejado claro que su apuesta de futuro pasa por acelerar el paso del coche en propiedad a la movilidad compartida, reduciendo el peso del factor conductor en su estructura de costes. En este contexto, la alianza con Stellantis encaja con la ambición pública de la compañía de contar con 100.000 vehículos autónomos operativos en su plataforma para 2035, una cifra que aspira a transformar su modelo de negocio y su rentabilidad por viaje.
La idea de Bolt es ir integrando progresivamente vehículos totalmente autónomos en su aplicación, de modo que los usuarios puedan solicitar trayectos sin conductor del mismo modo que hoy piden un VTC convencional. La red de robotaxis se apoyaría en las plataformas eK0 y STLA Small, adaptadas a uso intensivo urbano y periurbano, y se desplegaría en aquellos mercados europeos donde el marco regulatorio lo permita.
Calendario: pruebas en 2026 y producción inicial en 2029…

Uno de los elementos más claros del acuerdo es el calendario preliminar. Stellantis y Bolt prevén iniciar el despliegue de vehículos de prueba en Europa a partir de 2026. Esta primera etapa se basará en prototipos y flotas piloto limitadas, centradas en validar la tecnología de conducción autónoma, probar los modelos de operación y ajustar los sistemas a las regulaciones de cada país.
A partir de ahí, el plan contempla un despliegue gradual por fases: prototipos iniciales, flotas experimentales más amplias y, si los resultados técnicos y las autorizaciones lo permiten, un escalado industrial progresivo. Las dos compañías sitúan el objetivo de producción inicial alrededor de 2029, momento en el que podrían empezar a verse flotas comerciales más significativas en distintos núcleos urbanos europeos.
Este calendario no es completamente cerrado ni garantiza el lanzamiento masivo, ya que todo dependerá del avance tecnológico, de la madurez de la normativa y de la aceptación social. El propio acuerdo se articula por ahora como un memorando de entendimiento sin impacto financiero inmediato, lo que significa que las fases vinculantes se definirán más adelante, una vez superados determinados hitos técnicos y regulatorios.
Seguridad, normativa y relación con los reguladores europeos…

Uno de los pilares del proyecto es la colaboración estrecha con las autoridades reguladoras europeas. Stellantis y Bolt han subrayado que trabajarán de forma coordinada con los organismos nacionales y comunitarios para garantizar que las pruebas, la certificación y el despliegue comercial cumplan con las normas vigentes en materia de seguridad, protección de datos y ciberseguridad.
Los vehículos de Nivel 4 están diseñados para operar sin intervención humana en condiciones determinadas, lo que eleva notablemente los requisitos técnicos y jurídicos respecto a los actuales sistemas de asistencia a la conducción. Las plataformas AV-Ready incorporan redundancias de sistemas para minimizar fallos críticos, además de una arquitectura pensada para proteger frente a ciberataques y garantizar la integridad del software que gobierna el vehículo.
En paralelo, la movilidad autónoma plantea retos legales y de responsabilidad civil nada menores. La implantación de servicios comerciales de Nivel 4 requerirá un marco coordinado entre fabricantes de vehículos, operadores de movilidad, aseguradoras y administraciones públicas. Stellantis y Bolt se han comprometido a seguir un enfoque “responsable” en las pruebas y en el escalado, alineando sus planes con la evolución de la normativa europea y de cada país.
Importancia estratégica para Stellantis…

Para Stellantis, el acuerdo con Bolt es un paso más dentro de su estrategia global de movilidad sin conductor y refuerza su posición como proveedor de plataformas para servicios de robotaxi y VTC autónomos. El grupo, que agrupa marcas como Fiat, Opel, Peugeot, Citroën, Jeep, Alfa Romeo o Maserati, busca que sus AV-Ready se conviertan en una referencia en el mercado profesional de vehículos autónomos.
En palabras de su consejero delegado, Antonio Filosa, las plataformas AV-Ready han sido concebidas para ofrecer “la máxima flexibilidad” y permitir así “la mejor experiencia posible a los clientes europeos”. Filosa también ha destacado que las flotas autónomas pueden ayudar a reducir la huella de carbono al fomentar modelos de movilidad compartida y optimizada, con menos vehículos vacíos circulando y una menor congestión en las ciudades.
Además, Stellantis ve en este tipo de acuerdos una forma de diversificar su negocio más allá de la venta tradicional de vehículos. Al convertirse en proveedor de soluciones tecnológicas para flotas autónomas, el grupo busca posicionarse en segmentos de alto valor añadido, en un momento en el que la industria del automóvil afronta inversiones masivas en electrificación, software y servicios de movilidad.
La visión de Bolt: eficiencia y escala en la movilidad compartida…

Por el lado de Bolt, la alianza con Stellantis se interpreta como un salto cualitativo en su estrategia de robotaxis. La empresa ya anunció su intención de introducir servicios de vehículos autónomos en Europa y de alcanzar los citados 100.000 vehículos en 2035, y este acuerdo le proporciona una base industrial clara sobre la que construir su futura flota.
Markus Villig, fundador y CEO de Bolt, ha subrayado que la colaboración reúne a “dos compañías que entienden la dinámica específica de operar en Europa”. Su objetivo es crear una oferta de vehículos autónomos adaptada a las necesidades europeas, respetando las normativas comunitarias y ofreciendo un servicio que puedan usar millones de personas en su día a día.
Desde el punto de vista económico, Bolt aspira a reducir los costes estructurales asociados al factor humano en sus servicios de transporte, mejorando la rentabilidad por vehículo. Al mismo tiempo, la compañía insiste en que la movilidad autónoma puede permitir un servicio más disponible, especialmente en franjas horarias o zonas donde resulta más difícil encontrar conductores, algo muy relevante para muchas ciudades europeas.
Contexto europeo: un mercado en plena efervescencia…

La alianza entre Stellantis y Bolt se encuadra en un escenario europeo de gran actividad en torno a los robotaxis. En los últimos meses y años, se han multiplicado los anuncios de pruebas piloto y colaboraciones entre fabricantes, empresas tecnológicas y operadores de movilidad para lanzar servicios de conducción autónoma, especialmente de Nivel 4.
En paralelo a esta alianza, Stellantis ya había comunicado ensayos de vehículos autónomos en suelo europeo junto a Pony.ai, mientras que otros actores del sector están desplegando proyectos de minibuses y robotaxis para uso urbano. Todo ello convive con iniciativas locales, como pruebas de autobuses autónomos en ciudades españolas, que apuntan a un futuro en el que la movilidad autónoma podría complementar el transporte público y los servicios VTC tradicionales.
No obstante, la realidad es que el salto del piloto al servicio masivo está condicionado por factores como la regulación, la aceptación ciudadana y la viabilidad económica. De ahí que muchas compañías, incluida Bolt, estén fijando horizontes amplios, a diez o incluso quince años vista, para desplegar flotas de decenas de miles de vehículos autónomos.
Alcance real y límites del acuerdo actual…

El entendimiento entre Stellantis y Bolt se articula a través de un Memorando de Entendimiento (MoU) no vinculante. Esto significa que, por el momento, no hay compromisos financieros cerrados ni obligaciones contractuales definitivas sobre volúmenes de producción o calendarios de compra. El MoU recoge la voluntad de las partes de explorar conjuntamente el desarrollo, las pruebas y la implantación de vehículos autónomos en la plataforma de Bolt, pero deja claro que cualquier fase posterior estará sujeta a la firma de acuerdos específicos, a las autorizaciones regulatorias necesarias y al cumplimiento de la ley y la técnica.
Como es norma en este tipo de anuncios, Stellantis recuerda que las previsiones sobre eventos futuros, incluidos los objetivos de producción para el año 2029 o las metas de flota autónoma para 2035, están expuestas a riesgos e incertidumbres. Cambios en el entorno económico, en la regulación, en la adopción tecnológica o en la financiación pueden alterar el ritmo real de despliegue de los servicios de robotaxis.
La alianza entre Stellantis y Bolt dibuja un escenario en el que Europa se perfila como uno de los campos de pruebas clave para la movilidad autónoma de Nivel 4. Un fabricante con una amplia cartera de marcas y plataformas AV-Ready aporta la base tecnológica, mientras que una plataforma de movilidad con millones de usuarios proporciona el acceso directo al mercado y los datos operativos necesarios. Si las pruebas que arrancarán en 2026 avanzan según lo previsto el horizonte de producción inicial en 2029 y la meta de 100.000 vehículos autónomos para 2035 podrían hacer de esta unión uno de los proyectos más relevantes.
Fuente – Stellantis – Bolt
Imágenes | Stellantis – Bolt



