Puede que a los más futboleros les suene a torneo, pero la verdad es que la nueva Euro 7 no tiene nada que ver con el fútbol, sino más bien con el aire limpio. La nueva normativa europea de emisiones aterriza para apretar las tuercas a los vehículos más contaminantes del transporte y empujar a la movilidad hacia un futuro más saludable. En esta guía completa desgranamos qué cambia con Euro 7, cuándo llega y cómo te puede afectar, tanto si conduces a diario como si gestionas una flota o incluso si ni siquiera tienes coche. El objetivo de fondo es claro: mejorar la calidad del aire y avanzar en la neutralidad climática.
La llamada normativa Euro 7 llega para sustituir a la actual Euro 6, unificando el enfoque entre tipos de vehículos y ampliando el foco más allá del tubo de escape. No solo se mantienen o ajustan límites conocidos, también se incorporan contaminantes que antes no se medían y se exige que los coches sigan siendo limpios durante más tiempo. La novedad clave es la mirada integral: emisiones del escape y también de frenos y neumáticos, además de pruebas más exigentes en el mundo real.
¿Qué es la normativa Euro 7?
A grandes rasgos, Euro 7 es el nuevo estándar de la Unión Europea que regula de forma más estricta las emisiones contaminantes de los vehículos. Sustituye a Euro 6 y se plantea como el escalón más exigente hasta la fecha. Se aplica de manera transversal a turismos, furgonetas, camiones y autobuses, y abarca gasolina, diésel, híbridos y eléctricos, con la vista puesta en reducir la contaminación atmosférica y proteger la salud pública, sobre todo en entornos urbanos.

Frente a etapas anteriores, Euro 7 no solo atiende a lo que sale por el escape. Por primera vez, regula también las emisiones que no provienen de la combustión, como el polvo de frenos y los microplásticos desprendidos por los neumáticos. Este enfoque persigue un control más realista del impacto total de la circulación en la calidad del aire.
Un poco de contexto: ¿qué son las normas Euro?
Las normas Euro nacieron en 1992 para fijar límites de emisiones a los vehículos que se venden en la UE. Desde la Euro 1 hasta ahora, la historia ha sido un endurecimiento progresivo de los topes tolerados y de las condiciones de prueba. En su origen ya se limitaba el monóxido de carbono en turismos, y con cada iteración se han añadido contaminantes, ajustado cifras y modernizado los ensayos para que reflejen mejor la conducción real.
En ese viaje, Euro 7 representa la vuelta de tuerca más ambiciosa: es la revisión más estricta y compleja del estándar, con nuevas sustancias en el radar, más exigencia de durabilidad y un enfoque que aspira a equiparar requisitos entre categorías de vehículos para reducir disparidades.

Diferencias clave entre Euro 6 y Euro 7
Ámbito de aplicación y tipos de vehículos
Con Euro 6 el foco estaba fundamentalmente en vehículos de gasolina y diésel. Euro 7 amplía el círculo: también regula híbridos y eléctricos. Esto sitúa a toda la oferta en el mismo tablero normativo y empuja a que tanto la propulsión convencional como la electrificada cumplan estándares comparables.
Contaminantes regulados y límites
Euro 7 conserva parte de los límites de Euro 6 en turismos y furgonetas, pero añade sustancias y ajusta exigencias en pesados. Entre los cambios destacados se encuentran los siguientes:
- Entrada de nuevos contaminantes: control del polvo de frenos, los microplásticos procedentes de los neumáticos, el amoníaco (NH3) y el óxido nitroso (N2O).
- Reducción del NOx en vehículos diésel ligeros frente a Euro 6, para rebajar aún más su contribución a la contaminación en entornos urbanos.
- En vehículos pesados (camiones y autobuses), reducción de más del 50% del óxido nitroso respecto a etapas anteriores.
- También en pesados, disminución del 75% del número de partículas, una rebaja relevante por su efecto en la salud.

En paralelo, se mantienen los límites de NOx en turismos y furgonetas de Euro 6 (60 mg/km para gasolina y 80 mg/km para diésel), aunque con pruebas más duras. Esto significa que los números pueden sonar familiares, pero lograr cumplirlos será más difícil por las nuevas condiciones de ensayo.
Emisiones fuera del tubo de escape
Una novedad de calado es que Euro 7 regula por primera vez las emisiones no procedentes de la combustión. Se fijan topes para las partículas generadas por el desgaste de frenos y neumáticos, con cifras indicativas muy concretas: para coches eléctricos el límite se sitúa en 3 mg/km, para vehículos con motor de combustión interna y de pila de combustible en 7 mg/km, y para furgonetas de combustión interna en 11 mg/km. Esta medida persigue recortar una fuente de partículas finas que, hasta ahora, quedaba fuera del radar legal.
Pruebas más estrictas y condiciones reales
Otro salto respecto a Euro 6 es la forma de probar los vehículos. Se amplían las condiciones de ensayo para acercarlas al mundo real: temperaturas extremas, conducción en altitud, arranques en frío, recorridos cortos, velocidades elevadas o incluso remolcado. Además de los ensayos de laboratorio, ganan peso las pruebas en condiciones reales de conducción, lo que refuerza la credibilidad de los datos.
Durabilidad del sistema de emisiones
La exigencia de permanencia en el tiempo también cambia: la durabilidad de los sistemas de control de emisiones se duplica, pasando a 10 años o 200.000 km (frente a los 5 años o 100.000 km de Euro 6). Esta ampliación obliga a que los vehículos mantengan su rendimiento ambiental mucho más allá de sus primeros años de vida.

Conviene señalar que en el debate previo hubo propuestas más severas, con cifras de hasta 240.000 km o 15 años de durabilidad y recortes de contaminantes del 60% al 90%. Parte de esas ideas se discutieron abiertamente, aunque la formulación operativa consolidada para turismos y furgonetas apunta a los 10 años o 200.000 km. En cualquier caso, la dirección es inequívoca: más tiempo cumpliendo y menos emisiones.
Vehículos electrificados y requisitos de batería
Euro 7 incorpora por primera vez mínimos de rendimiento para las baterías de vehículos eléctricos e híbridos enchufables. En turismos y furgonetas, la capacidad deberá conservarse en un 80% a los cinco años o 100.000 km, y en un 72% a los ocho años o 160.000 km. Para camiones y autobuses, los mínimos se sitúan en el 75% a los cinco años o 100.000 km y el 67% a los ocho años o 160.000 km.
Estos umbrales buscan, entre otros objetivos, contener la extracción de recursos y la generación de residuos asociados a las baterías, animando a la durabilidad y la circularidad. Además, los vehículos de combustibles alternativos quedan sujetos a las mismas reglas de emisiones no procedentes del escape que los de combustibles fósiles.

Límites y cifras de referencia
Para situar el mapa de límites, conviene anotar algunas referencias ya consolidadas y otras específicas de Euro 7:
- Turismos y furgonetas: límites de NOx equivalentes a Euro 6 (60 mg/km gasolina, 80 mg/km diésel), con ensayos más exigentes.
- Camiones y autobuses: recortes importantes en N2O (más del 50%) y en número de partículas (75%) respecto a etapas previas.
- Emisiones de frenos y neumáticos: 3 mg/km (coches eléctricos), 7 mg/km (combustión interna y pila de combustible) y 11 mg/km (furgonetas de combustión interna).
El detalle fino por categoría se concreta en documentos técnicos y tablas de homologación. En vehículos ligeros (turismos y furgonetas) y en vehículos pesados se diferencian los límites, adaptados a su naturaleza y uso, siempre con el objetivo de reducir de manera significativa la carga contaminante en el aire que respiramos.
Calendario de entrada en vigor
El despliegue de Euro 7 no ocurrirá de un día para otro. El Reglamento 2024/1257 se publicó en el Diario Oficial de la UE el 24 de abril de 2024, y a partir de ahí se han fijado hitos por tipo de vehículo y por fase de homologación:
- 1 de julio de 2025: obligatorio para nuevas homologaciones de tipo en vehículos ligeros.
- 29 de noviembre de 2026: obligatorio para todos los tipos nuevos de vehículos ligeros.
- 29 de noviembre de 2026: obligatorio para todos los vehículos ligeros nuevos vendidos.
- 1 de julio de 2027: obligatorio para nuevas homologaciones de tipo en vehículos pesados.
- 1 de julio de 2028: obligatorio para todos los vehículos pesados nuevos.
- 1 de julio de 2030: plazos específicos para fabricantes de volumen pequeño y ultrapequeño.
En paralelo, también circularon previsiones que situaban la aplicación en 2027 para turismos y furgonetas y 2029 para camiones y autobuses, así como escenarios con 2025 para ligeros y 2027 para pesados. La cronología oficial publicada en 2024 proporciona fechas operativas claras, si bien los mercados y los fabricantes deberán encajar estos hitos con su planificación industrial.
¿Por qué es importante Euro 7?

Esta revisión normativa tiene varios objetivos de peso. Por un lado, reforzar la calidad del aire y la salud pública, reduciendo contaminantes asociados a problemas respiratorios y cardiovasculares. Por otro, alinearse con las metas climáticas europeas dentro del Pacto Verde, impulsando tecnologías más limpias y la transición hacia un parque móvil menos intensivo en emisiones.
Además, al exigir pruebas en condiciones reales y durabilidad ampliada, se cierran brechas entre resultados de laboratorio y la experiencia en carretera. La unificación del estándar para diferentes categorías de vehículos, incluyendo la electrificación, empuja la innovación en motores, sistemas de postratamiento y soluciones de movilidad más sostenibles.
Cómo te afecta Euro 7 según tu perfil
Si ya tienes coche o gestionas una flota existente
La norma no es retroactiva: tu vehículo actual no necesita modificaciones. Los requisitos Euro 7 aplican a los modelos nuevos que entren en el mercado a partir de los plazos señalados. Puedes seguir conduciendo tu coche, furgoneta, camión o autobús conforme a la norma Euro con la que fue homologado en su momento.
Si estás pensando en comprar un turismo próximamente
Con la llegada de Euro 7, algunos modelos dejarán de ofrecerse o se renovarán para cumplir con las nuevas exigencias. Es razonable esperar ajustes de precio derivados de la inversión en I+D y tecnologías de control de emisiones. A cambio, los vehículos que cumplan la norma ofrecerán tecnologías más limpias y una vida útil de emisiones más consistente. No olvides que pueden lanzarse incentivos o ayudas públicas que faciliten la decisión de compra.
Si eres gestor de flotas


Tu hoja de ruta de adquisiciones debe considerar los plazos de homologación y las nuevas exigencias. Aunque el coste inicial pueda ser mayor, las flotas tienden a beneficiarse a medio y largo plazo de menores gastos operativos: más eficiencia energética, menores costes de mantenimiento y posibles ventajas fiscales. Apostar por vehículos que ya cumplan Euro 7 es una estrategia de mitigación de riesgos y de competitividad futura.
Si no conduces
Aunque no tengas coche, Euro 7 incide en tu calidad de vida: menos contaminantes en el aire implican menor incidencia de enfermedades respiratorias y cardiovasculares, y ciudades más agradables para vivir. Además, una regulación ambiciosa del transporte ayuda a proteger el clima y a acelerar soluciones tecnológicas más sostenibles que nos benefician a todos.
ITV, control y adaptación del sector
El despliegue de Euro 7 también impacta en la inspección técnica. Las estaciones de ITV deberán incorporar procedimientos y equipos capaces de verificar los nuevos requisitos, especialmente en NOx y partículas. El sector ya se está moviendo: se han planteado metodologías de control específicas y se han promovido estudios técnicos, por ejemplo desde asociaciones del sector junto con la Universidad Carlos III de Madrid, para definir protocolos aplicables en las estaciones.
Este refuerzo del control contribuirá a que los vehículos sigan cumpliendo a lo largo de su vida útil, alineado con la filosofía de durabilidad ampliada de Euro 7, y permitirá detectar desviaciones de rendimiento con mayor precisión y rapidez.
CO2, NOx, partículas y el foco de Euro 7

La conversación pública sobre emisiones del transporte combina distintos vectores. En el caso de Euro 7, el foco principal está en contaminantes locales como NOx, partículas, CO, HC y NH3, por su impacto directo en la salud y la calidad del aire. En el debate de movilidad urbana se menciona con frecuencia el CO2, y la política climática de la UE empuja a recortarlo; sin embargo, la columna vertebral de Euro 7 es el control de contaminantes nocivos para las personas, reforzado con pruebas más realistas.
Con la entrada de límites para emisiones no procedentes del escape (frenos y neumáticos), la norma también ataca fuentes de partículas finas que ganan relevancia a medida que mejoran los sistemas de postratamiento del escape. Es un ajuste lógico del estándar a la realidad tecnológica y de uso.
Impacto económico y del mercado
La nueva norma puede tensionar costes en el corto plazo. Fabricar coches más limpios exige inversión, y eso puede trasladarse a precio, especialmente en segmentos de menor margen como los urbanos A y B. Hay voces que advierten del riesgo de que parte de esa oferta se reduzca, con el potencial efecto de envejecimiento del parque y de aumento de importaciones de usados de fuera de la UE si los consumidores no encuentran alternativas asequibles.
Para contrapesar, los incentivos públicos y el avance de la tecnología pueden ayudar. La estandarización de pruebas y la economía de escala en componentes de control de emisiones y electrificación deberían ir reduciendo costes con el tiempo. Además, la durabilidad ampliada y los menores consumos y mantenimientos favorecen el coste total de propiedad.
Servicios, descuentos y fórmulas de acceso
En el contexto del cambio normativo, es habitual que surjan propuestas de valor por parte de clubes y compañías para facilitar la transición del usuario. Algunas organizaciones de automovilistas promocionan ventajas para socios y ofertas en carretera, y también hay campañas de descuentos de combustible en estaciones BP y Galp, o fórmulas como el renting de coches eléctricos, que permiten adaptarse a los nuevos estándares sin asumir toda la inversión inicial.
Estas iniciativas no forman parte de la regulación, pero pueden ser útiles para moverse en el nuevo escenario, aprovechar ayuda económica indirecta y acceder a vehículos que ya cumplen con Euro 7.
Preguntas habituales
¿La norma afecta a mi coche actual?
No. Tu vehículo conserva la normativa Euro con la que fue matriculado. Euro 7 se exigirá a los nuevos modelos y matriculaciones según las fechas oficiales.
¿Qué pruebas nuevas deberán superar los vehículos?
Además del laboratorio, ganan peso las pruebas en condiciones reales, y los escenarios de ensayo se expanden: climas extremos, ciudades en altitud, arranques en frío, trayectos cortos y conducción a alta velocidad o remolcando.
¿Cómo se controla la durabilidad de emisiones?
Se eleva el listón a 10 años o 200.000 km en turismos y furgonetas, y se establecen umbrales mínimos de capacidad para baterías en eléctricos e híbridos. Todo ello obliga a que el rendimiento ambiental se mantenga durante buena parte de la vida del vehículo.
¿Se mide lo que no sale del escape?
Sí. Euro 7 regula el polvo de frenos y las partículas de neumáticos, con límites específicos por tipo de vehículo, lo que cubre una fuente importante de partículas finas en ciudad.
Euro 7 no es una mera vuelta de tuerca técnica; marca la pauta de la movilidad limpia de las próximas décadas. Entre fechas de implantación escalonadas, pruebas más realistas y control de nuevas fuentes de contaminación, el estándar exige un esfuerzo adicional a fabricantes y usuarios, pero entrega a cambio aire más limpio, menos problemas de salud y un parque móvil mejor preparado para el futuro, tanto en ciudad como en carretera.

