El tercer Nissan Leaf ya ha comenzado a salir de la línea de montaje de la planta de Sunderland, en Reino Unido, marcando un nuevo capítulo para uno de los modelos eléctricos más conocidos del mercado europeo. El veterano compacto abandona su formato original para transformarse en un crossover totalmente eléctrico, desarrollado sobre una plataforma de nueva generación y con un enfoque mucho más cercano a los gustos actuales del público.
Con el movimiento, Nissan busca reforzar su papel en la movilidad eléctrica en Europa, apoyándose en una inversión industrial de gran calado en Sunderland y en una tecnología de baterías y producción que se ha ido consolidando en la región durante más de una década. La marca japonesa combina así experiencia previa, modernización de fábrica y un producto renovado para seguir compitiendo en un mercado cada vez más apretado.
Nissan Leaf: de compacto pionero a crossover eléctrico de nueva iteración
En su tercera generación, el Leaf deja de ser aquel compacto eléctrico algo peculiar con el que Nissan abrió camino en el segmento de los cero emisiones. El nuevo modelo adopta una carrocería de tipo crossover, más elevada y con una presencia más robusta, y se construye sobre la plataforma modular CMF-EV del grupo, la misma base técnica que comparten otros eléctricos de la alianza.
Este cambio de planteamiento va más allá del diseño exterior: el Leaf pasa a ser un crossover eléctrico concebido para producción en gran serie, pensado para integrarse en la gama eléctrica global de Nissan en Europa. La arquitectura CMF-EV permite una mejor integración del paquete de baterías en el piso, mayor espacio interior y una puesta a punto más refinada tanto en confort como en eficiencia energética.
Batería, autonomía y carga rápida: hasta 75 kWh y 150 kW…

Uno de los grandes avances de esta nueva generación está en el sistema de almacenamiento de energía. Nissan ha dotado al modelo de una batería con capacidad de hasta 75 kWh, lo que supone un salto notable frente a las primeras versiones del Leaf. Esta batería de mayor tamaño está pensada para cubrir sin problemas los desplazamientos diarios y viajes de media distancia típicos del conductor europeo.
Además, el nuevo Leaf acepta potencias de carga rápida de hasta 150 kW, una cifra que lo sitúa en una posición competitiva dentro del mercado. Con esa potencia, las paradas en puntos de carga de alta velocidad se reducen de forma considerable, algo especialmente relevante en rutas largas por la red europea de cargadores. Aunque las cifras oficiales de autonomía detallada dependerán de la homologación específica, la combinación de batería grande y carga rápida lo coloca en un rango atractivo para muchos usuarios.
En cuanto a precios, la marca apunta a que la versión básica se sitúe por debajo de los 37.000 euros en Europa, mientras que la variante con la batería de mayor capacidad quedaría por debajo de los 42.000 euros. Es una estrategia que busca mantener al Leaf en una franja de coste razonable frente a otros crossovers eléctricos del mercado europeo, teniendo en cuenta además los posibles incentivos locales o nacionales vigentes en cada país.
Producción europea en Sunderland: continuidad y salto tecnológico…
Al igual que las dos generaciones anteriores, el nuevo Leaf para Europa se fabrica en la planta de Nissan en Sunderland, al norte de Inglaterra. Esta fábrica lleva años siendo el centro neurálgico de la producción del modelo para el mercado europeo y vuelve a ocupar un papel clave en la hoja de ruta eléctrica de la compañía.
Para adaptar las instalaciones a las necesidades de este crossover de nueva generación, Nissan ha acometido una inversión total de unas 450 millones de libras esterlinas, una cifra que, al cambio actual, supera ligeramente los 510 millones de euros. El objetivo ha sido transformar una planta que hasta ahora combinaba modelos de combustión y eléctricos en una instalación preparada para un volumen creciente de vehículos de cero emisiones.
Nueva línea para eléctricos en Sunderland…

En las iteraciones anteriores, el Leaf compartía la misma línea de producción con el SUV Qashqai con motor de combustión. Para el nuevo modelo, Nissan ha reorganizado la estructura productiva y asegura haber rediseñado la fábrica para permitir, por primera vez, la fabricación de vehículos eléctricos en la denominada línea de producción 2, separando de forma más clara los flujos de trabajo y procesos de montaje entre tecnologías.
Este rediseño incluye la puesta a punto de nuevas tecnologías de producción y una redistribución de los espacios para dar cabida tanto a la construcción del vehículo como a la integración de la batería. La idea de la marca es que Sunderland funcione como un polo integral de fabricación eléctrica, con capacidad para atender la demanda europea presente y futura de este tipo de modelos.
Modernización del taller de pintura y nuevos colores…

La actualización de la planta no se limita a la estructura del coche; también alcanza al apartado estético. El taller de pintura de Sunderland se ha modernizado para ampliar la paleta cromática del nuevo Leaf, incorporando tonos pensados para darle una imagen más actual y reconocible en carretera.
Entre los nuevos acabados destacan los colores Sukumo Blue y Luminous Teal. Este último, un tono turquesa muy llamativo, es el que más se ha visto en las primeras imágenes de prensa del modelo y refuerza la estética de crossover urbano. Estos colores se integran en un proceso de pintado mejorado, orientado a ofrecer una mayor calidad visual y durabilidad, algo que también forma parte de la percepción de valor del vehículo.
Nueva línea de montaje de baterías integrada en la fábrica…

Otro de los pasos clave ha sido la creación de una línea de montaje de baterías dentro de la planta. Esta instalación opera con un alto nivel de automatización y se encarga de colocar el paquete de baterías en el vehículo durante el proceso de producción.
Según explica Nissan, la tecnología implementada permite instalar la batería y fijarla al bastidor con 26 pernos en apenas 56 segundos. Este nivel de automatización reduce el riesgo de errores humanos en una operación crítica y asegura que cada batería quede correctamente montada, con el par de apriete adecuado y la alineación correcta respecto al chasis.
Localización de la cadena de valor de la batería en Sunderland…

La decisión de situar la línea de montaje de baterías en la propia fábrica no es casual. Una parte significativa de la cadena de valor de la batería del nuevo Leaf se ha vuelto a localizar en Sunderland, reforzando el vínculo entre la producción de celdas y el ensamblaje final del vehículo en Europa.
En las primeras generaciones del Leaf, Nissan llegó a contar con su propia planta de producción de celdas junto a la fábrica de vehículos, destinada tanto al Leaf de Sunderland como a la furgoneta eléctrica e-NV200 producida en Barcelona. Posteriormente, la división de baterías, conocida como Automotive Energy Supply Company (AESC), fue vendida y pasó a operar bajo nueva propiedad.
Hoy en día, esa misma compañía, convertida en AESC UK Battery Manufacturing, ha construido una nueva gigafactoría en Sunderland que produce celdas de batería para el nuevo Leaf y otros modelos eléctricos. Esta integración geográfica permite reducir tiempos logísticos, asegurar suministros y, en última instancia, reforzar la competitividad del modelo en el mercado europeo.
Impacto industrial y volumen de producción acumulado…
La fábrica de Sunderland se ha consolidado como una de las instalaciones de fabricación de automóviles más importantes del Reino Unido. Emplea a varios miles de trabajadores y cuenta con una capacidad teórica de hasta 600.000 vehículos anuales, según datos citados por medios británicos especializados.
En el caso concreto del Leaf, la planta ha ensamblado ya más de 280.000 unidades del modelo desde su debut, situando al eléctrico de Nissan como uno de los pioneros de volumen en Europa. Con la llegada de esta tercera generación, la marca espera superar con holgura la barrera de las 300.000 unidades producidas en el corto plazo y no descarta alcanzar cifras aún mayores si la demanda europea de vehículos eléctricos sigue creciendo a buen ritmo.
Inversión y apoyo institucional en el Reino Unido

Nissan ha detallado que, dentro del paquete de 450 millones de libras destinados al nuevo Leaf, más de 300 millones se han invertido directamente en sus operaciones en Reino Unido. Esta inyección económica respalda tanto la modernización de la planta como la creación y el mantenimiento de empleo ligado a la fabricación de vehículos eléctricos.
La relevancia del proyecto se ha visto subrayada por la presencia de representantes institucionales en los actos de arranque de la producción. La visita del Ministro de Industria británico a la factoría de Sunderland es una muestra de que el nuevo Leaf no es solo un producto para entusiastas del coche eléctrico, sino también una pieza importante dentro de la estrategia industrial y energética del país.
Contexto corporativo y apuesta por el coche eléctrico…

El inicio de la producción del nuevo Leaf se produce después de una etapa complicada para la compañía, en la que Nissan cerró varias plantas y recortó miles de puestos de trabajo a nivel global en respuesta a diferentes crisis del sector. En ese contexto, el avance del vehículo eléctrico se ha convertido en uno de los pilares en los que la marca intenta afianzar su recuperación.
El lanzamiento del crossover eléctrico en Sunderland se interpreta como una señal de que la empresa mantiene un compromiso a largo plazo con la fabricación de vehículos eléctricos en Europa. La combinación de una nueva plataforma, una planta renovada y una cadena de suministro de baterías próxima al lugar de ensamblaje refuerza la posición de Nissan en un mercado donde la electrificación se está acelerando.
Un eléctrico estratégico para el mercado europeo…

El nuevo Leaf no llega a un terreno virgen: se enfrenta a una competencia cada vez más nutrida de crossovers y compactos eléctricos de distintos fabricantes. Aun así, su historial como uno de los primeros eléctricos de gran volumen, sumado a la infraestructura industrial consolidada en Sunderland, le otorgan una base sólida desde la que seguir compitiendo.
La combinación de batería de hasta 75 kWh, carga rápida de 150 kW y un precio objetivo por debajo de los 42.000 euros para la versión más capaz lo sitúan en una franja en la que puede resultar atractivo para quienes buscan un coche eléctrico polivalente para el día a día y con capacidad para salir de viaje sin preocuparse en exceso por la autonomía.
Para Nissan, este Leaf de tercera generación es algo más que un modelo nuevo en el catálogo: es la materialización de una estrategia que integra plataforma eléctrica, producción de baterías local y fabricación en una planta europea clave. Todo ello en torno a un coche que, sin hacer demasiado ruido, ha ido marcando el camino de la electrificación durante más de una década y ahora afronta una nueva etapa con más bagaje, más tecnología y una fábrica preparada para lo que viene.
Fuente – Nissan
Imágenes | Nissan




